Posts Tagged ‘Relato microrrelato’

Una hora más

febrero 13, 2015

Queridos trabajadores y trabajadoras, colaboradores y colaboradoras, becarios y becarias, nos hemos reunido hoy aquí por un doble motivo: por un lado, señalar que los daños producidos en el incendio han sido cuantiosos y no están todos cubiertos por el seguro. Por otro lado, aunque relacionado con el primer punto, desde la dirección queremos mostrar nuestra decepción tras haber comprobado que no había nadie trabajando cuando se produjo el incendio. Desde la dirección siempre hemos reconocido a un empleado comprometido cuando éste trabaja horas extras sin cobrarlas. Queridos trabajadores y trabajadoras, colaboradores y colaboradoras, becarios y becarias, todos ustedes estaban en sus casas o en su defecto en el cine, desafectos a la cultura del esfuerzo, el sacrificio y el compromiso con un proyecto que al fin y al cabo sustenta nuestras vidas. Queridos trabajadores y trabajadoras, colaboradores y colaboradoras, becarios y becarias, desde la dirección ordenamos las tareas de desescombro con la esperanza de encontrar a alguno de ustedes. De haber sido así, el seguro hubiera cubierto el cien por cien de los desperfectos y no el ochenta por ciento que es la situación actual. Dado que es la propia empresa la que debe acarrear con un veinte por ciento de gastos de reparación, desde la dirección hemos decidido el despido de dos trabajadores, dos trabajadoras, la totalidad de los becarios y la reducción de un cuarenta por ciento en la obra de los colaboradores y colaboradoras, y el aumento en diez horas semanales de trabajo para la plantilla que resta. Queridos todos, espero que esto os sirva como reflexión y penséis que uno de vosotros hubiera podido salvar nuestro proyecto sin apenas costes con que tan solo hubiera decidido quedarse a trabajar una hora más.

Jaque mate en tres jugadas

julio 26, 2009

Mueve la torre. Jaque mate en tres jugadas. Resopla aliviado y se levanta. No pueden darse la mano. Las negras pertenecen a la máquina. Se marcha a los lavabos, como si estuviera huyendo. Hoy realmente se lo han puesto difícil y se dice que la próxima vez quizás… Se lava la cara y se mira al espejo. Es consciente de que tiene que salir para recibir los aplausos. Había mucha expectación. El cerebro contra un análisis de cien mil jugadas por segundo. La humanidad respira aliviada. Sale de nuevo. Los aplausos y los flashes se desatan cada vez más rabiosamente hasta que un ruido creciente, parecido al de una turbina, los va apagando. Suena amenazador aunque nadie osa moverse. Se intuye que el ruido tiene un limite y cuando éste por fin se sobrepasa suena una explosión. Varios cuerpos yacen en el suelo, inmóviles. La máquina se ha autodestruido, quizás motivada por una perturbadora sensación de rabia ante la derrota.