“…procura extinguirte con clase y dignidad…”
Siniestro Total.
En una esquina un loco con ojos afiebrados lanza proclamas del apocalipsis al tiempo que pide unas monedas. Solo se salvarán los arrepentidos, mientras que los demás perecerán bajo las fauces de un dragón de mil cabezas sino han perecido antes en los trescientos sesenta y seis terremotos que asolarán los cinco continentes. En una emisora de radio el politólogo Luis Fresnadosa analiza la escalada de tensión en Oriente y las primeras medidas de urgencia tomadas por el gobierno. Defiende con frialdad que el pulso diplomático ha de verse reforzado por una postura de amenaza militar; palabras y tanques para demostrar al mundo que no somos una nación débil. En un documental físicos y astrónomos analizan la trayectoria del cometa JOSELE, cuya desviación anual de mil kilómetros hará que para dentro de dos mil años impacte con la tierra provocando grandes tsunamis que anegarán el treinta por ciento de la superficie terrestre. En un canal de noticias se augura que la toma de las colinas por parte de grupos terroristas aumentará de sobremanera el peligro de atentados indiscriminados contra población civil e inocente y aconsejan que ante cualquier indicio de sospecha no duden en acudir a la policía. En un programa de misterio el periodista James Figueroa habla del desconocido vidente del siglo XIII Karl Kovich, el cual profetizó que para el próximo año nacerá un niño con dos corazones. Cuando el primer corazón se detenga se desatarán grandes tormentas eléctricas. Cuando el segundo corazón lo haga y el niño muera, del fondo de la tierra emergerán grandes ríos de lava que instaurarán el reino de Belcebú, Ecrón, durante seiscientos sesenta y seis años. Publicidad. Una joven en ropa interior se mira al espejo con una enorme sonrisa mientras se pone unos pendientes, por detrás llega un joven con ancho mentón y le hace cosquillas con una leve pluma, lo cual desata un inocente juego que acaba junto a un rollo de papel higiénico rosa, SWEET, LA VIDA SUAVE. Fin de la publicidad. En un reportaje fotográfico se muestran desolados y esqueléticos cuerpos de sub-saharianos inscritos sobre el fondo anaranjado de un desierto abrasador, calculando que en los próximos cincuenta años las hambrunas se extenderán de la mano de terribles sequías amenazando incluso a los países desarrollados. En una celda oscura el místico Johann de Vindicus interpreta sonidos e imágenes como una cristalina orden divina de sacrificar a toda mujer con exageradas arrugas en el rostro y con menos de cincuenta quilos de peso, para así ayudar a Yahvé a preparar las huestes que vendrán a juzgar a vivos y muertos con sus miradas de oro y luz. En una revista científica muestran la imagen sonrosada del nuevo virus AH2V6, bautizado también como virus del silencio, en tanto que no hay forma de diagnosticar el contagio y tan solo deja margen para observar como ataca sin previo aviso las células de las paredes arteriales, provocando en pocos minutos la muerte del huésped entre hemorragias incontenibles. En tres gráficos se muestra la creciente mancha roja de la evolución del contagio sobre el mapa del mundo a los diez, veinte y treinta años del primer caso. En una entrevista al ufólogo James Martin, éste declara que tras su última visita telepática al planeta Grauen ha constatado que los graueianos ultiman los preparativos para la invasión de la Tierra y la posterior liberación de la humanidad del yugo de la carne, convirtiéndonos en seres etéreos dotados de una inteligencia casi divina. Lanza proclamas a la no resistencia y afirma que espera ansioso el día de la liberación, bautizado por los graueianos como AURORA. En unas noticias de última hora se muestran imágenes de tumultos y violentas cargas policiales plagadas de humos lacrimógenos y coches y escaparates ardiendo, mientras confirman que arrecia la revuelta de las ciudades del sur y la huida del gobernador. El Estado ha ordenado la movilización del ejército así como lanzado proclamas a la unidad nacional y a la reconciliación, declarando el toque de queda las veinticuatro horas del día y el estado de excepción. Publicidad. Aparece un niño corriendo y se escucha el frenazo de un coche: Fundido en negro. Se escuchan melódicas campanillas que nos acercan a la carrera del esqueleto de un perro que avanza veloz por una calle residencial y ajardinada en una noche de luna llena, hasta que desemboca en el jolgorio de una feria en donde familias de zombis comen algodón dulce y pasean felices por entre norias y tiovivos. Una voz en off con aire infantil nos dice que la muerte también puede ser divertida en la nueva película: MAMA, ¿POR QUÉ ESTAMOS MUERTOS? Fin de la publicidad.